Como La Seguridad Aporta Valor En Los Actuales Momentos
El administrador de seguridad dentro de las estructuras corporativas tiene la gran responsabilidad de proteger tanto a los activos tangibles como a los intangibles, desplegando para ello una serie de medidas de control de riesgos que garanticen mantener bajo control todo evento no deseado que pudiese impactar a la organización. Pero no basta solo con ser parte de la estructura organizativa y tener esta responsabilidad, es necesario acompañar a la alta dirección en conseguir la mayor rentabilidad posible a pesar de lo volátil e incierto en que se ha convertido el entorno empresarial en los actuales momentos.
Debido a los diferentes y constantes cambios que se han venido experimentando en los últimos tres años bajo la situación de pandemia por COVID-19, todas las organizaciones han tenido el duro reto de continuar sus operaciones con menos facilidades que antes, y sus estructuras han tenido que adaptarse a estas nuevas realidades, en especial, los departamentos de seguridad quienes han sufrido cambios drásticos para desarrollar de manera eficiente sus funciones, y de aquí es que surge la siguiente pregunta: ¿cómo un administrador de seguridad puede seguir aportando valor a la organización en los actuales momentos?; aunque la respuesta parezca sencilla, el profesional de seguridad para ser reconocido como un socio del negocio, deberá desplegar una gran cantidad de iniciativas que son necesarias ejecutarlas eficientemente para que los líderes de la organización, puedan seguir confiando en que el equipo de seguridad logrará mantener en bajo nivel de exposición los activos empresariales ante aquellos potenciales riesgos que puedan generar pérdidas significativas y por ende una menor rentabilidad.
Entre las actividades que puede desarrollar un administrador de seguridad para mantenerse como una pieza valiosa dentro de las organizaciones, pudiésemos mencionar lo siguiente:
1. Mantener foco en el núcleo del negocio de la organización, dedicando todos sus esfuerzos y recursos en mantener la continuidad de las operaciones sin eventos disruptivos.
2. Orientar el sistema de gestión de seguridad en base a las mejores prácticas y estándares comprobados a nivel mundial, que garanticen la eficiencia en la obtención de los objetivos planteados.
3. Mantenerse actualizado en los cambios del entorno, debiendo analizar periódicamente todos aquellos acontecimientos no deseados que emerjan en organizaciones con similar naturaleza del negocio a la cual se pertenece, ya que esto permitirá anticiparse a potenciales eventos con equivalentes características que puedan impactar a la organización.
4. Reconocer las prioridades emergentes del negocio, esto permitirá al administrador de seguridad ser parte de las soluciones que garanticen el éxito de las estrategias de negocio definidas dentro de la organización.
5. Mantener viva las relaciones con los organismos de aplicación de la ley y de rescate que sean partes interesadas de la empresa, para garantizar así una efectiva respuesta cuando un evento no pueda ser gestionado con recursos propios, esto redundará en mantener control del impacto dentro de los niveles deseados de dicho evento disruptivo.
6. Definir indicadores de gestión que permitan dar a conocer a la alta gerencia de manera cualitativa y cuantitativa, como se han desarrollado y desempeñado las actividades del área de seguridad y cómo los resultados han sumado a la rentabilidad de la organización.
7. Convertirse en consultores expertos de seguridad dentro de la organización, esto garantizará que todas aquellas recomendaciones o planes de acción propuestos, aseguren eficientemente la consecución de los objetivos. Esto se logra por medio de una constante preparación académica dónde se obtengan nuevas competencias técnicas dentro del área de la seguridad, ser miembro en gremios de seguridad de reconocida trayectoria a nivel mundial, y a través del networking con colegas de la seguridad con quienes periódicamente se intercambien experiencias exitosas o no, que hayan dejado lecciones aprendidas significativas para otras organizaciones.
8. Adoptar un lenguaje corporativo que logre entrelazarse con otros miembros de la estructura organizativa, esto facilitará una comunicación efectiva que asegurará darse a entender fácilmente.
9. Tomar las decisiones basadas en riesgos. El administrador de seguridad deberá conocer los agentes de amenaza, el estado de vulnerabilidades de la organización e identificar y valorar los riesgos que pudiesen impactar el negocio, esto facilitará demostrar cómo las medidas de control de riesgos pueden mantener un bajo nivel de exposición de la organización y pueden garantizar la protección de todos sus bienes.
Lo volátil, incierto, complejo y ambiguo del mundo hoy día, obligan a que los profesionales de la seguridad se mantengan actualizados, sobre todo con los nuevos avances tecnológicos que han ofrecido soluciones empresariales que garantizan sus operaciones desde cualquier lugar del mundo, así como también la proliferación de nuevas amenazas cibernéticas que han generado impactos extremos en diferentes corporaciones a nivel mundial.
Finalmente, es necesario que el profesional de la seguridad se asegure de cumplir eficientemente con los compromisos adquiridos con la alta dirección, estableciendo como prioridad la optimización de recursos empresariales (tiempo, dinero, capital humano, herramientas tecnológicas, entre otros) para obtener los resultados esperados, los cuales deberán venir acompañados de argumentos sólidos, transparentes y visibles, esto hará que la credibilidad y confianza de la alta gerencia se afiancen y perduren a largo plazo, dejando que sus acciones hablen por sí solas.
Lic. Riomer Castro, CPP, CPO.
Caracas, Venezuela.